Descubriendo tu orientación sexual
-Dríade Laurel
Atracción romántica, afectiva, sexual y erótica, a esto se refiere el término de orientación sexual; lo anterior lleva a la pregunta ¿Hombres, mujeres, ambos, personas trans o ninguno?
Me he encontrado en múltiples ocasiones con dudas, pero para comenzar con lo fácil les comento que la ORIENTACIÓN SEXUAL se refiere al SEXO de las personas por las que sentimos interés, deseo, atracción y amor.
Comprendiendo que el género no es determinante dentro de esta categoría; La atracción física o emocional por personas de otro sexo, del mismo sexo o de ambos sexos se compone distintos procesos afectivos que nos incitan o disuaden de tener una relación de acuerdo con los genitales que poseen desde su nacimiento, no a la expresión que tienen de su identidad con el género.
Son varios los procesos psicológicos que determinan la orientación sexual como una parte más de nuestra sexualidad, entre estos se dividen en procesos mentales, afectivos y de comportamiento.
El primero se refiere a las valoraciones propias, todo aquello que está en nuestra “psique”; respecto a las ideas, opiniones, expectativas y valoraciones respecto al deseo sexual, la actividad sexual, la pareja, el amor, la seducción, la satisfacción o insatisfacción del deseo sexual; Esto se construye a lo largo de nuestras vidas y no debe ser constante en todo momento necesariamente.
Lo segundo va indicado a las emociones, el deseo sexual, el erotismo y las fantasías sexuales.
Lo tercero se entiende como los comportamientos o manifestaciones visibles respecto a la forma en que nos sentimos, pensamos, lo que necesitamos, así como la manera en que nos vemos; dentro de estos entran los comportamientos sexuales socioeróticos y autoeróticos, todo lo anterior manifestándose como comportamientos que producen placer y son agradables.
En este punto debes estar bastante confundida o intrigada respecto a todos los componentes de tu orientación sexual, pero déjame agregar un elemento más: aquello que tienes que esclarecer es tu identidad con la orientación sexual, la cual va indicada a alguna de las siguientes tipologías:
Asexual: Que no experimentas ningún tipo de deseo o atracción hacia personas del propio o de otro sexo.
Heterosexual: Te sientes atraída en interés, atracción y deseo por personas pertenecientes al género opuesto.
Homosexual: Lo mismo de la categoría anterior, pero con personas de tu mismo sexo.
Bisexual: Percibes que te atraen personas de ambos sexos.
Las anteriores son las categorías más “comunes” sin embargo también existen muchas más y no debes sentirte encasillada dentro de ninguna, como se dijo en columnas anteriores, estas categorizaciones solo funcionan para darle un nombre y tengan una comprensión más fácil para la humanidad.
Tu orientación sexual es algo que se va descubriendo día con día conforme a tu crecimiento y puede ser cambiante de acuerdo con tus experiencias y descubrimientos propios con la conformación de tu identidad. Regularmente se descubre el sexo de las personas que te atraen durante la pubertad, con ello se puede decidir la manera en la que se va a expresar la orientación sexual, en su mayoría, sin que necesariamente se haya tenido ninguna previa experiencia sexual.
El Siglo XXI se las ha arreglado para agregar nuestra orientación sexual a nuestra carta de presentación, como una etiqueta más que tenemos que llenar. Sin embargo, no podemos ir catalogando a todas y a todos los que nos rodean. La única manera de saber la orientación sexual de alguien es preguntándole, el motivo es que la identidad que una persona tiene con la sexualidad es totalmente imperceptible.
Para que quede claro la orientación sexual va indicada al sexo, no al género de las personas por las que sentimos interés, deseo, atracción y amor que evocan nuestros intereses o capacidad para responder afectiva, sensual y eróticamente.
Finalmente, esto solo es parte de facilitar la clarificación y descripción de tu identidad, únicamente si te sientes con la necesidad de hacerlo. Si no te sientes con el apuro de usar alguna denominación es completamente válido y solo tú puedes decidir con cual identidad sexual te sientes más cómoda, es completamente normal que la cambies en el momento que sientas que has cambiado.
Esto es de gustos, no te limites. Elige con lo que te identifiques mejor y deja al mundo fuera de tu decisión.