SOY MUJER
-Strega RB
“Lo que deprime a las mujeres
son las consecuencias derivadas de la forma en que deben vivir su feminidad.”
-Silvia Bleichmar
Aparentemente, la cultura actual presenta apoyo hacia las mujeres de manera más formal y empática, a pesar de presentarse como un "sistema que apoya las metas y logros de las mujeres", sigue existiendo una contradicción respecto al tema. En realidad no existe un liberación femenina, como tal se sigue frenando la feminidad de las mujeres a estigmas meramente patriarcales.
LA SOCIEDAD NOS CEGO POR AÑOS
ESTÁ ES NUESTRA REVOLUCIÓN
El ser mujer, es más que un género o una definición anticuada y des privilegiada; ser mujer es crearte y luchar por tus ideales propios, por abrir puertas que te cerraron porque creían que no eras apta para ello; ser mujer no es callar lo que piensas, es gritarlo y demostrar el fruto de tu inteligencia y vivencias; ser mujer es ser fuerte, y la fortaleza no se mide en cuanta fuerza física tienes; ser mujer es romper paradigmas sociales que nos han impuesto porque somos mujeres. No, ser mujer es más que todo un conjunto de posibilidades, ser mujer ahora es no callar más, es luchar, es perdonar pero nunca olvidar, es saber que tu cuerpo te pertenece y solo tu decides sobre el, tu cuerpo no sirve solo para “pro-crear” o para consumo sexual masculino; ser mujer, es todo lo contrario a lo que han contando y te han hecho creer. Ser mujer es ser tu, nada ni nadie te definen.
Mujeres reales, mujeres que les han quitado la vida y sino lo hicieron las marcaron de por vida, mujeres reales que se sienten mal con sus cuerpos porque no son el estereotipo de un cuerpo bonito de acuerdo a estándares masculinos; mujeres reales, eres tu, tu eres una mujer verdadera, no hay algo o alguien que defina tu historia. Una mujer real, es aquella que habla, grita y expresa todo lo que una vez le hicieron callar porque como dice Vivir Quintana: Ya nada me calla, ya todo me sobra, Si tocan a una, respondemos todas.

Del mundo patriarcal y frente a él surge una nueva cultura: el feminismo donde las mujeres y la feminidad son su espacio esencial. Se genera un reconstrucción histórica y social sobre la feminidad en las mujeres, a partir del surgimiento de nuevas identidades entre ellas. A lo largo del tiempo la información respecto al género femenino se ha definido como un conjunto de conductas y características propias de una mujer de acuerdo a los patrones definidos culturalmente de lo que es ser mujer.
Pero, ¿qué es ser mujer realmente?
En nuestra sociedad la feminidad es atribuida de acuerdo a conceptos patriarcales, los cuales han fungido como rasgos naturales, históricos y que se han hecho inherentes a cada mujer. La forma de ser y de sentirse mujer se
determina a partir de un estereotipo de feminidad tradicional , otros rasgos que la definen son: la atribución de importancia en todo lo relacionado con lo emocional y el cuidado maternal, con las relaciones interpersonales y dependencia emocional hacia las parejas, con el afecto, los cuidados y el apego y no solo con la creación de estos vínculos y relaciones sino con la responsabilidad del mantenimiento de las mismas.

Hoy, estamos frente a una rebelión de mujeres en un mundo de contrarios, en donde todo se ve inmerso de injusticias y leyes que solo favorecen a unos pocos. Las mujeres de ahora han cambiado, incluso aquellas que nacieron cuando el mundo seguía creyendo que las mujeres solo eran un objeto servicial y de consumo masculino. Ahí, fue donde encontraron el mal, lo opresivo, lo injusto y lo inhumano; en el sistema, en los hombres, en las relaciones, en las costumbres, en las tradiciones pero sobretodo un historia sobre ellas contada por un sistema patriarcal.
El movimiento feminista ha hecho una re-interpretación radical del sentido del ser mujer. Se busca que las mujeres impongan, entiendan y decidan su lugar en el mundo de acuerdo a sus propias perspectivas, deseos y placeres, siendo así un nuevo sistema creado por mujeres, que desde los inicios de su historia fueron denominadas como el "sexo débil".
Soy mujer
conozco mi cuerpo,
soy revolución, soy historia
no es mi género lo que define mi fortaleza,
soy yo mi propia dueña
Nos enseñaron a odiarnos entre nosotras mismas y a nosotras mismas , a comportarnos como “damas”, a no hablar sino no lo piden, a ser madres porque esa es “nuestra naturaleza”, a que nuestros cuerpos son objetos sexuales para el consumo masculino y que debemos anteponer el placer de ellos antes que el de nosotras; nos han enseñado a odiar nuestros cuerpos, a minimizar nuestras mentes, a sentirnos débiles y vulnerables frente a nuestras emociones. Hemos sido producto de abusos y violencia, y eso se ha consensuado por años, porque “calladita te ves más bonita”.

